Mostrando entradas con la etiqueta Salud. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Salud. Mostrar todas las entradas

16 abril, 2020

COVID-19: Contexto Nacional de una Pandemia

Ya no es una amenaza, es una realidad. El COVID-19 ha llegado a nuestro país. Muchos se han infectado, algunos han enfermado y otros permanecen asintomáticos, sepan o no que portan el virus. Algunos han muerto y varios se han recuperado. Esto puede constatarse cada día con los datos que difunden las fuentes oficiales de información.


¿Qué podemos esperar del COVID-19?

La historia natural de la enfermedad nos dice que, en términos generales, 5 de cada 100 personas que se infecten por COVID-19 morirán. Eso significa que, una vez el virus entre en tu organismo, puede pasar una de tres cosas:
  1. No presentas síntomas, pudiendo portar y transmitir el virus, sepas o no que lo portas (algo similar a lo que pasa con el VIH).
  2. Enfermas de forma leve, moderada o severa, de acuerdo a lo cual puedes o no requerir asistencia médica de emergencia, hospitalaria o cuidados intensivos.
  3. Al final del proceso puedes morir o recuperarte. El riesgo de muerte es mayor si tienes más de 60 años y comorbilidades como diabetes, hipertensión, asma, cáncer y otras enfermedades que comprometen la capacidad de tu organismo para defenderte del virus. Tu condición general de salud y la capacidad de respuesta de tu organismo también determinan qué tan rápido desaparecerán los síntomas y saldrás negativo en las pruebas, momento en que pasas a ser un paciente recuperado.
Es importante destacar que, en algunos países, por causas que aún no quedan del todo claras para los científicos, muchos pacientes se han reinfectado y han muerto luego de haber sido declarados como pacientes recuperados.
Aún no está claro si se trata de falsos negativos porque solo baje la carga viral a un punto indetectable, permaneciendo el virus en estado de latencia en el organismo; si los pacientes se reinfectan con otra cepa o una variante mutada del virus; si la inmunidad es temporal o si simplemente el virus no deja inmunidad, como ocurre en el caso del virus del resfriado común que nos infecta decenas de veces a lo largo de nuestra vida.

Por ello, se recomienda que los pacientes "recuperados" continúen usando mascarilla, observen detenidamente cualquier cambio en su estado de salud y continúen las medidas de aislamiento social a fin de evitar recaer, complicarse, reinfectarse o infectar a otras personas. Recordemos que es una enfermedad nueva que aún no conocemos del todo y que todos los días se descubren nuevas cosas sobre ella y su agente causal, el virus SARS-CoV-2.

Viendo los datos suministrados por las autoridades, ¿Qué parámetro es mejor para saber cómo vamos evolucionando?

Dentro de las informaciones que recibimos todos los días, hay 3 datos de alto interés para esos fines: el número de casos nuevos, el número de defunciones y el número de recuperados. Analicemos cada uno de ellos.
  • Recuperados: constituirán alrededor del 94 a 95% de los pacientes, una vez terminado el curso de su enfermedad, de acuerdo a lo que se observa a nivel global. Este indicador es bueno porque también nos habla de la efectividad del manejo de los casos, de la capacidad resolutiva del sistema de salud y del éxito de los protocolos establecidos. A nivel psicológico, nos produce cierto alivio y la esperanza de que tenemos grandes posibilidades de salvarnos si nos infectamos.
  • Defunciones: son la forma de resolución del 5 a 6% de los casos. Son más comunes en pacientes de alto riesgo a causa de sus comorbilidades, su estado general de salud y otros factores de riesgo como el hábito tabáquico. No obstante, algunos pacientes sin antecedentes personales patológicos también han muerto. La tasa de letalidad, número de muertes en relación al total de casos, varía considerablemente de acuerdo a la localidad y sus características sociodemográficas, la edad, el sexo, las características individuales, la capacidad de respuesta del sistema de salud, el diagnóstico oportuno, el acceso a los servicios de cuidados intensivos, el tratamiento disponible y la calidad de la atención. 
  • Casos nuevos: este es el indicador que requiere más control y consideración. Nos habla de dos factores muy importantes: el aumento en la captación de casos y la infectividad. El primer escenario, implica que el sistema de salud está mejorando su capacidad de identificar y diagnosticar de forma efectiva los casos de COVID-19, ya sea por la mejora en la definición de casos, el incremento en el número de pruebas y laboratorios disponibles para el diagnóstico, la búsqueda activa de casos o el desarrollo de nuevos mecanismos para mejorar el acopio de información sobre posibles casos a ser confirmados por laboratorio. La segunda posibilidad, que es la que debe preocuparnos un poco más, nos habla de la efectividad de las medidas establecidas y su grado de cumplimiento tanto por parte de las autoridades como de los ciudadanos involucrados.
Con todo lo que se está haciendo, ¿estamos teniendo éxito en el control del COVID-19?

La respuesta es no. Si bien es cierto que las autoridades, los ciudadanos, las empresas, ONGs y los medios de comunicación han hecho grandes esfuerzos dentro de sus áreas de influencia para contribuir a frenar el avance de la enfermedad, no es menos cierto que no todos han acatado las medidas de distanciamiento social dispuestas.

Ya sea por ignorancia, rebeldía, capricho, desafío a la autoridad, baja percepción del riesgo o falta de conciencia, mucha gente se ha dedicado a violar el toque de queda poniendo en peligro su vida y la de las demás personas a su alrededor. Salen durante el día sin protección alguna, violan las normas establecidas, ignoran las recomendaciones de salud, participan en aglomeraciones de personas, realizan actividades sociales o salen a la calle con síntomas de la enfermedad sin importar si ponen en riesgo a otras personas.


¿Falta mucho para que esto acabe? ¿Cuándo alcanzaremos el pico?

Si hacemos una gráfica lineal con el número de casos reportados cada día, veremos que la línea que los representa presenta oscilaciones, subiendo y bajando a merced de las variaciones en el número de casos computados. El pico de la curva epidémica es el punto que representa el mayor número de casos nuevos reportados en un momento determinado durante todo el curso de la epidemia. A partir de ahí, empieza el descenso de los casos nuevos de la enfermedad y por ende la disminución de la transmisión.
En nuestro país, aún no hemos llegado ahí. Es difícil establecer en este momento, el punto en que estamos dentro de la curva y que tanto más subirá, en especial porque una vez te infectas pueden pasar hasta 14 días para empezar a tener síntomas. Esta situación que dificulta el establecimiento del mapa de contactos y la ruta de transmisión, sobretodo en las personas que siguen saliendo a la calle y no toman las medidas precautorias para evitar la enfermedad. Mientras se sigan produciendo contagios y no se frene la transmisibilidad, seguiremos teniendo nuevos casos cada día.

¿Qué podemos hacer?

Esta situación no es fácil para nadie. La ciencia trabaja incansablemente contrarreloj para encontrar una vacuna o una cura efectiva para la enfermedad. Se he logrado algunos avances, pero estamos aún muy lejos de conseguirlo. Los gobiernos en todo el mundo establecen medidas y restricciones en procura mantener el equilibrio, frenar los contagios y disminuir el impacto del COVID-19 en la salud de la población, el sistema de salud, el desarrollo y la economía. 

Nuestras vidas han cambiado en más de un sentido y es desesperante no tener control sobre lo que nos pasa. Muchos están aburridos de estar en casa y aunque quieren salir se abstienen de hacerlo para mantenerse a salvo y cuidar de sus seres queridos. Otros deben salir a cumplir con sus responsabilidades laborales como es el caso del personal de salud, policías, militares y empleados de empresas que suplen productos básicos como combustible, medicamentos y alimentos. Una tercera categoría corresponde a los irresponsables, que pudiendo quedarse en su casa, deciden no hacerlo. Esos individuos son el dolor de cabeza de los demás y el mayor reto de las autoridades a la hora de hacer cumplir las disposiciones oficiales.


Lo único que podemos hacer en este momento es cultivar la paciencia, ser responsables, cuidar nuestra salud y la de nuestros seres queridos, ser prudentes, respetar las medidas de aislamiento social y usar sabiamente los recursos de que disponemos. Es mejor estar encerrados que enterrados.

Tengamos fe y esperanza de que en algún momento esta pandemia pasará, pero hagamos lo que nos corresponde para ponerle fin. 

29 julio, 2018

Colesterol: ¿Héroe o Villano?

Todos, en algún momento hemos escuchado hablar del colesterol como un enemigo acérrimo de nuestra salud cardiovascular, en especial de nuestro corazón. A muchos nos han indicado pruebas sanguíneas para conocer sus niveles y nos han prescrito modificaciones en la dieta, actividad física y, en el peor de los casos, medicamentos para combatir este "mal". Pero ¿es tan malo como lo pintan? ¿de dónde sale y por qué insiste en complicarnos la vida?

El colesterol es un lípido o sustancia grasa presente en la membrana de todas las células del organismo, aportándole rigidez e regulando el paso de sustancias desde y hacia su interior. Es precursor y componente fundamental de las hormonas sexuales estrógeno, progesterona y testosterona, necesarias para el desarrollo de las características sexuales, la fertilidad y la sexualidad.

Se requiere para la producción de hormonas corticoesteroides suprarrenales como la aldosterona, que regula los niveles de sodio en sangre y la presión arterial; y el cortisol, que interfiere en el metabolismo de lípidos, carbohidratos y proteínas, y aumenta la glicemia en condiciones de estrés, a fin de proveer más energía al organismo. Además, es utilizada en la producción de la vitamina D, que interfiere en el metabolismo del calcio; y de las sales biliares, necesarias para la absorción y excreción de grasas del organismo.

Se produce en casi todas las células del organismo, sobretodo en el higado (10 al 20%). No obstante, su principal fuente es la dieta basada en productos de origen animal como carnes (en especial roja), huevos, lácteos y manteca, y en alimentos y productos elaborados ricos en grasas saturadas.

Existen distintos tipos de colesterol, de acuerdo a su capacidad de unirse a proteínas transportadoras especiales denominadas lipoproteínas. De esta manera, tenemos un "colesterol bueno" y un "colesterol malo". El colesterol bueno o HDL (lipoproteínas de alta densidad) transporta el colesterol proveniente de otras partes del cuerpo hacia el hígado para su metabolismo y excreción. Por su parte el colesterol malo o LDL (lipoproteínas de baja densidad) favorece su acumulación en las arterias, obstruyéndolas. Existe otra lipoproteína de muy baja densidad (VLDL) que contribuye al almacenamiento de los triglicéridos en los vasos sanguíneos.


Si el colesterol es tan importante para el adecuado funcionamiento de nuestro organismo, ¿en qué momento se convierte en un problema? Cuando el colesterol total supera los 200 mg/dl, el LDL supera los 130 mg/dl y el HDL se encuentra por debajo de 40 mg/dl.

El exceso de colesterol total y LDL se acumula y adhiere a las paredes de las arterias en forma de placas de ateroma, condición que se conoce como aterosclerosis, obstruyendo el flujo sanguíneo y provocando infartos, accidentes cerebrovasculares y enfermedad vascular periférica.

El riesgo de tener colesterol elevado o hipercolesterolemia aumenta con la edad, la obesidad, el sedentarismo y una dieta rica en lípidos y carbohidratos, ya que el exceso de carbohidratos es metabolizado por el organismo y almacenado en forma de grasa. Otras condiciones que aumentan el riesgo son el hipotirodismo, la diabetes y el tabaquismo.

¿Qué puedo hacer para evitar la hipercolesterolemia? Es muy fácil:
  • Sigue una dieta saludable, limitando el consumo de alimentos de origen animal, evitando las grasas saturadas e incrementando el consumo de frutas y vegetales. 
  • Ejercítate al menos 3 veces por semana. 
  • Mantén un peso adecuado 
  • Consume suplementos nutricionales como Omega 3, 6 y 9 que contribuyen a aumentar el HDL y disminuir el LDL.
Sigue las prescripciones médicas en caso de que necesites algún fármaco de uso temporal. 


Síguenos como Cápsulas de Salud y Bienestar en nuestras redes sociales: Facebook, Instagram, Twitter y YouTube

01 junio, 2014

¿Para qué sirve el hígado?

El hígado es la víscera más voluminosa del organismo. Es considerado un órgano vital pues sus funciones son imprescindibles para la vida y su ausencia o daño permanente puede llevar a la muerte. Dentro de sus múltiples y variadas funciones se encuentran:

·         Producción de bilis para la digestión de alimentos y grasas.
·         Producción de albúmina y otras proteínas responsables del transporte sanguíneo de nutrientes y sustancias a todas las células del cuerpo.
·         Filtro que procesa y remueve de la sangre toxinas, medicamentos, químicos, alcohol, drogas y otros elementos que puedan ser nocivos para la salud.
·         Producción de factores de coagulación que evitan la pérdida sanguínea al detener las hemorragias
·         Metabolismo de los carbohidratos y lípidos.
·         Producción de colesterol, utilizado en la producción de hormonas y otras funciones corporales
·         Depósito de sustancias como el glucógeno (reserva energética del organismo) y algunos micronutrientes y vitaminas liposolubles.
·         Producción de glóbulos rojos en el embrión durante el primer trimestre de embarazo.


Es muy importante cuidarlo evitando enfermedades como las hepatitis A, B y C, disminuyendo o evitando el consumo de alcohol, evitando el uso de sustancias tóxicas, no fumando, no abusando de los medicamentos o fármacos y llevando un estilo de vida saludable que incluya dieta balanceada y ejercicios. 

07 febrero, 2014

Somos Agua


El agua es el componente esencial y más importante de todos los tejidos corporales. Constituye alrededor del 55-65% del peso corporal de un individuo promedio, lo cual varía de acuerdo al sexo, la edad, la masa muscular y la proporción de grasa de nuestro organismo, siendo mayor en niños y menor en mujeres y personas obesas. La mayor parte se encuentra en el interior de las células.

Interviene en todas las reacciones metabólicas, en la digestión, la absorción de nutrientes, la eliminación de desechos, la circulación sanguínea (siendo un componente fundamental de la sangre), el transporte de sustancias, el mantenimiento de la temperatura corporal, la producción de secreciones y sustancias diversas,  el mantenimiento de la constancia física y química de los líquidos corporales, entre otros procesos esenciales para la supervivencia.

El volumen habitual de ingreso de agua en una persona promedio, que se hidrate adecuadamente, es de unos 2,300 ml al día. El cuerpo la obtiene principalmente de la ingestión de líquidos, de preferencia en su forma natural. Sin embargo, también la encontramos en diferente cantidad en los alimentos, principalmente en frutas y verduras. Otra fuente de agua es el metabolismo de los nutrientes por parte del organismo para obtener energía.

Perdemos agua por diferentes vías. La más importante es la vía urinaria, seguida de la piel con la transpiración. También perdemos agua en las heces y la respiración. La pérdida diaria de líquidos varía de acuerdo al clima, la actividad física o la condición de salud. Un individuo sano, a temperatura normal, pierde alrededor de 2,300 ml, manteniendo así el equilibrio. Sin embargo, si se está en un clima cálido o se hace ejercicio prolongado pueden perderse unos 3,300 o 6,600 ml, respectivamente. En el caso de quemaduras y enfermedades febriles, diarreicas o respiratorias, la pérdida puede ser aún mayor de acuerdo al grado o intensidad de la enfermedad.

La pérdida de un 10% de agua corporal ocasiona trastornos graves que implican: sed intensa, malestar, pérdida del apetito, diminución de volumen sanguíneo con la consiguiente alteración de la circulación, alteración en el rendimiento físico ameritando un mayor esfuerzo, dificultad para concentrarse, dificultad para regular la temperatura corporal, debilidad, pérdida del conocimiento, dificultad respiratoria, espasmos musculares, delirio, insomnio y falla renal. La pérdida del 20% de agua en el organismo puede ocasionar la muerte.

Un organismo sano no almacena agua, por lo que la cantidad que perdemos cada 24 horas debe ser restituida para mantener la salud y el adecuado funcionamiento del organismo. En circunstancias normales, se requiere unos 35 ml/kg de peso en los adultos, 50-60 ml/kg de peso en niños y 150 ml/kg de peso en lactantes. Lo que se traduce en alrededor de 2.5 litros de agua al día en un adulto promedio.


Aunque la sed suele ser el mejor indicador de que debemos hidratarnos, hay que tomar en cuenta que los lactantes, atletas, enfermos y ancianos suelen tener disminuido este reflejo, así como estar en un clima frío nos produce menos sed. Algunas personas pueden creer que tienen hambre cuando realmente lo que su cuerpo necesita es agua. Esto se atribuye a la resistencia de muchos a beber líquidos y al hecho de que también los alimentos son fuente de líquidos.

Lo importante es crear hábitos de vida saludables que impliquen el consumo regular de agua, sintamos sed o no. De esta manera conservamos la salud y evitamos enfermedades. 

26 diciembre, 2013

Dietas Express: ¿son confiables?

Con el afán de las fiestas y la “NECESIDAD” de ponernos ese vestido especial o ese bikini que vimos en la tienda, muchas veces recurrimos a dietas extremas, también llamadas relámpago que prometen resolver tu problema a la mayor brevedad posible. El panorama se percibe alentador, pero ¿has considerado los riesgos que se esconden detrás de estas “MARAVILLOSAS DIETAS”? Aquí te presento algunos de ellos:

1. Cuando pierdes peso muy rápido o consumes menos calorías de las que necesitas, tu cuerpo entra en estado de emergencia enlenteciendo tu metabolismo, convirtiendo los músculos (en vez de las grasas) en energía y guardando todas las calorías nuevas porque no sabe cuándo volverás a comer. De esta manera, una vez dejes la dieta, aumentarás de peso.

2. El hipotálamo, estructura cerebral muy importante en la regulación del hambre, la sed, el sueño, las emociones y otras funciones corporales, se ve afectado por las dietas extremas lo que provoca que duermas más, tengas náuseas y estés de mal humor. 

3. La fatiga crónica es uno de los primeros síntomas de una dieta incorrecta. 

4. Las dietas milagro o relámpago generalmente te deshidratan, haciéndote perder peso de agua y no de grasa, enlenteciendo tu circulación sanguínea, aumentando tu presión arterial e impidiéndote regular adecuadamente tu temperatura corporal.

5. El déficit nutricional asociado a dietas extremas produce debilidad ósea, envejecimiento prematuro, flacidez y caída del pelo.

6. Entre el 12% y 25% de las personas que pierden peso muy rápido desarrollan cálculos en la vesícula biliar.

Lo ideal es perder de 1/2 a 1 kg por semana, equivalentes a 3,500 a 7,000 calorías, que es lo mismo que 500 a 1000 diarias. Si sacas la cuenta, en un año habrás perdido entre 26 y 52 kilos, ya sea que aumentes la actividad física o que disminuyas la ingesta calórica. Come más sano. Evita la comida chatarra, los dulces, las grasas, la sal y las harinas. Aumenta la ingesta de frutas y vegetales y aumenta la actividad física. El proceso será más lento pero los resultados serán permanentes. Tu cuerpo te lo agradecerá.


31 agosto, 2013

Derechos del Paciente

Todo paciente tiene derecho a:

1. Respeto a su personalidad, dignidad humana e intimidad, y a no ser discriminada por razones de etnia, edad, religión, condición social, política, sexo, estado legal, situación económica, nacionalidad, limitaciones físicas, intelectuales, sensoriales o cualquier otra razón.

2. La confidencialidad de toda la información relacionada con su expediente y con su estancia en instituciones prestadoras de servicios de salud pública o privada. El secreto profesional debe respetarse aún después de fallecido el paciente. 

3. Conocer la identidad del profesional que se encarga de su atención médica. 

4. Una atención médica integral; ofrecida por personal profesional médico, idóneo, capacitado y actualizado dentro de los criterios científicos prevalentes. 

5. Una segunda opinión médica

6. La información adecuada y continuada sobre su proceso, incluyendo el diagnóstico, pronóstico y alternativas de tratamiento; y a recibir consejos por personal capacitado, antes y después de la realización de los exámenes y procedimientos. 

7. Decidir, previa información y comprensión, sobre su aceptación o rechazo de asumir el tratamiento, excepto en caso de que representen riesgos para la salud pública. En el caso de menores, discapacitados mentales y pacientes en estado crítico sin conciencia para decidir, la decisión recaerá sobre sus familiares directos, tutores o en su ausencia sobre el médico principal responsable de su atención. 

8. Una historia clínica elaborada por el médico y/o médicos a su cargo. El paciente tiene derecho a que su médico tratante le entregue un resumen certificado de su historia clínica en el cual se mencionen los aspectos de importancia relacionados a su motivo de consulta, ingreso, procedimientos diagnósticos y terapéuticos, evolución, causa y estado de egreso. 

9. La educación en salud, prevención de las enfermedades y a la protección, conservación y recuperación de su salud

10. No ser sometida/o a tratamiento medico o quirúrgico que implique grave riesgo para su integridad física, su salud o su vida, sin su consentimiento escrito o el de la persona responsable, esto último sólo en el caso de que el paciente no esté en capacidad para darlo y siempre que sea en su beneficio. 

11. Negarse a medidas extraordinarias de prolongación de la vida


20 agosto, 2013

Eligiendo la Mochila de tus Hijos

Se inicia el año escolar y consigo trae las compras de útiles escolares. Uno de los más importantes es la mochila. Al elegirla usamos distintos criterios como: diseño, color, marca, precio, tamaño, resistencia, durabilidad, seguridad, funcionalidad… ¿Te has detenido a pensar en la salud?

La idea de las mochilas es distribuir la carga de manera que sea soportada por los músculos de la espalda que son muy fuertes. Si se lleva de forma inapropiada pueden presentarse problemas de salud, de diferentes niveles de gravedad, que van desde dolores, torceduras y esguinces hasta problemas de postura, tendinitis y desviaciones de la columna con efectos nocivos a largo plazo.

Son muchas las cosas que los niños llevan a la escuela, lo que implica una sobrecarga que puede terminar haciendo daño si no se maneja adecuadamente. El peso límite que carga un niño en su mochila no debe exceder del equivalente a un 15-20% de su peso corporal.

Pero no sólo se trata del peso sino de su colocación y distribución. Lo ideal es colocar ambos tirantes por los hombros y ajustarlos de manera que la carga quede pegada a la espalda y ésta soporte el peso en lugar de los hombros como pasa cuando no se ajusta adecuadamente. Los artículos más pesados deben quedar en la parte inferior central.

Es importante asegurarse de que se llevan sólo los elementos que se necesitan y doblan las rodillas al levantar la mochila. Las mochilas con ruedas son una buena opción para los más pequeños. Si nota que su hijo o hija se queja de dolor de espalda u hombros, entumecimiento u hormigueo en brazos y piernas o le ve caminar torcido a causa del peso de la mochila, tome cartas en el asunto. Haga los cambios pertinentes y visite a su médico. 


18 agosto, 2013

¿Qué Meriendan tus Hijos?

¿Sabias que el crecimiento, desarrollo y rendimiento académico de tus hijos está estrechamente relacionado con lo que pones en su lonchera?

Como resultado del agitado estilo de vida que llevamos, la ignorancia y la pereza, muchas madres eligen alimentos que sólo proporcionan azúcar, grasa y químicos que dañan su salud, pero no aportan los nutrientes que los niños necesitan. No es raro ver loncheras llenas de refrescos, maltas, jugos artificiales (que son sólo químicos), bolsas de picadera (papitas, doritos, palitos de queso, platanitos y demás), dulces, pizza y demás comida chatarra. Esto no ayuda en nada a los niños, sino que perjudica seriamente su salud.

Algunas opciones saludables son: yogurt, queso, jamón, avena, cereal, sandwichs (de preferencia con pan integral), puré de papas, huevo hervido, frutas, leche y jugos naturales. Puedes ser creativo y formar muñequitos y adornos con la comida. Les parecerá atractiva y divertida. Contrario a lo que muchos piensan no toma mucho tiempo. También puedes preparar algunas cosas en la noche y sólo ponerlas en la lonchera en la mañana.


Dale Color a tu Vida: Colorea tu Comida

¿Sabías que el color de los alimentos se relaciona con sus propiedades y beneficios para la salud?


Los alimentos morados y azules contienen antioxidantes (antocianinas) que ayudan a disminuir el riesgo de algunos tipos de cáncer, prevenir la arterosclerosis, combatir el envejecimiento, preservar la memoria y disminuir la inflamación. Dentro de este grupo se encuentran: berenjena, repollo morado, remolacha, uvas, mora, higo, ciruela y arándanos.



 
Los alimentos rojos contienen licopeno y antocianina, nutrientes relacionados con la prevención de enfermedades crónicas. Su consumo ayuda a prevenir el cáncer de piel, sistema digestivo y próstata. Disminuyen el riesgo de enfermedad cardiovascular. Previenen enfermedades de las vías urinarias. Fortalecen la memoria. Mejoran la apariencia de la piel. En este grupo se encontramos: cereza, fresa, frambuesa, granada, manzana roja, sandía, tomate, rábano y pimientos rojos.
Los alimentos blancos son ricos en antioxidantes como los polifenoles y los sulforafanos. Estos últimos combaten el cáncer al frenar los procesos celulares internos de las células dañadas, fomentar la muerte de células malignas y estimular la producción de enzimas defensoras contra la malignización celular. Los alimentos blancos, además, ayudan a reducir los niveles de colesterol, aumentan la resistencia a las infecciones, contribuyen a la disminución de la presión arterial y ayudan a combatir la diabetes tipo II. Ejemplo de estos alimentos son: melón blanco, pera, guineo o banana, guanábana, ajo, cebolla blanca, coliflor, champiñones (hongos), nabo y puerro (tallo).


Los alimentos verdes están cargados de fotalos, minerales esenciales y fibra. Contribuyen a mantener una buena visión, reducir el riesgo de tumores cancerígenos, prevenir defectos congénitos en los embriones de mujeres embarazadas y mantener la flora intestinal. Representantes de estos grupos son aguacate, uvas verdes, kiwi, alcachofa, brócoli, calabacín, col, espárrago verde, espinaca, vainitas, lechuga y pepino.

Los alimentos amarillos y ananjados contienen folato, vitamina C y betacaroteno. Mejoran el sistema inmunológico, previenen defectos congénitos, reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares, mejoran la visión y favorecen la cicatrización. Dentro de este grupo se encuentran: pimientos amarillos y naranja, mandarina, mango, albaricoque, melocotón, naranjas, níspero, lechoza, piña, auyama y zanahoria


Come 5 colores y porciones de alimentos por día. Mejora tu alimentación. Dale color a tu vida.


Fumar Mata



Según la OMS, el tabaco es una de las mayores amenazas para la salud pública que ha tenido que afrontar nunca el mundo. Mata a casi 6 millones de personas al año, de las cuales más de 5 millones lo consumen o lo han consumido, y más de 600 000 son personas no fumadoras expuestas al humo ambiental. 

Cada seis segundos aproximadamente muere una persona a causa del tabaco, lo que representa una de cada 10 defunciones de adultos. Hasta la mitad de los actuales consumidores de tabaco acabarán falleciendo por una enfermedad relacionada con el tabaco. Esa cifra podría elevarse a más de ocho millones en 2030 a menos que se tomen medidas urgentes para controlar la epidemia de tabaquismo.

El humo del tabaco contiene más de 4000 productos químicos, de los cuales se sabe que al menos 250 son nocivos, y más de 50 causan cáncer. En los adultos, el humo ajeno causa graves trastornos cardiovasculares y respiratorios, en particular coronariopatías y cáncer de pulmón. Entre los lactantes causa muerte súbita, y en las mujeres embarazadas, niños con bajo peso al nacer.


Cerumen

¿Has escuchado decir que los oídos se limpian con los codos? No introduzcas hisopos, pinchos, plumas ni ningún otro objeto en tus oídos.

El cerumen es una sustancia producida por los folículos pilosos y glándulas del conducto auditivo externo. Su función es atrapar e impedir que el polvo, las bacterias y otros microorganismos, al igual que pequeños objetos, penetren y le causen daño al oído. Funciona como lubricante de la piel y repelente de insectos.

Si extraes el cerumen desproteges al oído, irritas el conducto, corres el riesgo de perforar o lesionar seriamente el tímpano y logras el efecto contrario al empujarlo y comprimirlo con lo que favoreces la formación de un tapón que puede afectar tu audición. El cerumen se elimina de forma espontánea. Sólo tienes que limpiar la oreja tratando de que no penetre el agua hacia el interior.