11 diciembre, 2009

Relájate

Vivimos en un mundo lleno de presiones y eventos estresantes. Estamos cargados y llenos de ocupaciones. Corremos de un lado al otro y no tenemos tiempo ni de respirar. Sin embargo, es necesario que hagamos un alto en el camino y tomar las fuerzas necesarias para seguir. En tal virtud, me gustaría compartir contigo unos ejercicios de relajación que pueden ayudarte a soltar un poco de estrés.



Concéntrate en tu respiración

Inhala suave y profundamente, llenando completamente tus pulmones. Exhala suavemente hasta dejar salir todo el aire inspirado. Haz esto varias veces. A continuación repite el ejercicio anterior, pero esta vez conserva el aire unos segundos antes de exhalarlo. Una vez hayas sacado todo el aire mantente sin inspirar unos segundos más antes de iniciar otra vez. Haz esto varias veces.



Relajación corporal

Mientras respiras profundo, en posición acostado boca arriba y con los ojos cerrados, concéntrate en cada una de las partes de tu cuerpo. Hazlo en secuencia. Puedes hacerlo de la cabeza a los pies o de los pies a la cabeza. Siente tus pies, tus piernas, tus muslos, tus glúteos, tus caderas, tu abdomen, espalda, brazos, manos, dedos, cuello y tu cabeza. Siente cada uno de los músculos de tu cara. Mientras vas haciendo esto, ya sea en orden ascendente o descendente, siente como se tensan y a continuación cómo se relajan. Ténsalos, lo más que puedas y luego relájalos hasta que todo el peso de la tensión se disipe.



Visualización

Mientras respiras suave y profundamente, imagina que con cada inspiración te llenas de paz, de tranquilidad, energía y bienestar, y que con cada espiración sacas el cansancio, las preocupaciones, la ansiedad y el malestar.

Puedes también imaginar que te encuentras en un lugar relajante y agradable como el mar, la playa, una montaña u otro lugar que te inspire paz y bienestar. Imagina que estás allí y que no hay nada ni nadie que pueda perturbar tu paz. Siente esa paz.

Estos ejercicios pueden realizarse solos o combinados. Puedes visualizar mientras respiras o hacer los ejercicios de respiración, relajar los músculos y terminar con los ejercicios de visualización.

Lo ideal es que puedas hacer esto a solas, en la tranquilidad de tu habitación. Sin embargo, si no puedes, usa cualquier espacio y cualquier momento. Mientras vas en el autobus rumbo al trabajo o tu centro de estudios, en el receso del almuerzo o entre una clase y otra. Cinco minutos son suficientes y pueden hacer la diferencia.

Sea que tengas muchas ocupaciones, problemas o un trastorno de ansiedad, lo más importante es que te sientas cómodo y que puedas encontrar tu propio ritmo.

Recuerda que si no estás bien, nada marchará bien y que debes dedicar tiempo a tu bienestar.

Hogares de Paz

Hace un par de años la Iglesia Episcopal Dominicana y el Consejo Latinoamericano de Iglesias, publicaron una declaración que me gustaría compartir con ustedes. Estos son los 10 mandamientos para la paz en su familia:

1. Ayude a crear un ambiente de confianza y paz a su alrededor. Ámese usted mismo y a cada miembro de su familia.

2. Reserve momentos para el esparcimiento y la recreación con su familia. Los niños aprenden jugando; la diversión aproxima a las personas.

3. Eduque por medio del amor. La conversación, el acompañamiento y el cariño son la mejor educación. Quien golpea para enseñar, enseña a golpear.

4. Participe con su familia en la vida de su comunidad. Abra su casa para el servicio de los demás.

5. Resuelva sus problemas con paciencia y tranquilidad. Aprenda que aún las situaciones difíciles tienen su lado positivo.

6. Comparta sus sentimientos con sinceridad. Diga lo que usted piensa y escuche lo que los demás quieren decir.

7. Respete a las personas que piensan diferente a usted. Las diversidades nos enriquecen.

8. buenos ejemplos. La mejor palabra es lo que somos y hacemos.

9. Pida disculpas cuando ofenda a alguien. Perdone de corazón cuando se sienta ofendido. El perdón es un gesto hermoso y valiente.

10. Cultive la vida espiritual y siembre valores que ayuden a desarrollar personalidades íntegras y solidarias.