12 diciembre, 2011

El Héroe del Día

En una cena de beneficencia para una escuela de niños con capacidades especiales, el padre de un estudiante pronunció un discurso que nunca será olvidado por las personas que lo escucharon. Después de felicitar y exaltar a la escuela y a todos los que trabajan en ella, este padre hizo una pregunta: 

-Cuando no hay agentes externos que interfieren con la naturaleza, el orden natural de las cosas alcanza la perfección. Pero mi hijo, Herbert, no puede aprender como otros niños lo hacen. No puede entender las cosas como otros niños. ¿Dónde está el orden natural de las cosas en mi hijo?”.

La audiencia quedó impactada por la pregunta. El padre del niño continuó diciendo:

-Yo creo que cuando un niño como Herbert, física y mentalmente discapacitado, viene al mundo, una oportunidad de ver la naturaleza humana se presenta y se manifiesta en la forma en la que otras personas tratan a ese niño”.

Entonces contó que un día caminaba con su hijo Herbert cerca de un parque donde algunos niños jugaban baseball. Herbert le pregunto a su padre: 

-¿Crees que me dejen jugar?

Su padre sabía que a la mayoría de los niños nos les gustaría que alguien como Herbert jugara en su equipo, pero el padre también entendió que si le permitían jugar a su hijo, le darían un sentido de pertenencia muy necesario y la confianza de ser aceptado por otros a pesar de sus habilidades especiales. 

El padre de Herbert se acercó a uno de los niños que estaban jugando y le preguntó si Herbert podría jugar. El niño miro alrededor por alguien que lo aconsejara y le dijo:

-Estamos perdiendo por seis carreras y el juego está en la octava entrada. Supongo que puede unirse a nuestro equipo y trataremos de ponerlo al bate en la novena entrada.

Herbert se desplazó con dificultad hasta la banca y con una amplia sonrisa, se puso la camisa del equipo mientras su padre lo contemplaba con lágrimas en los ojos por la emoción. Los otros niños vieron la felicidad del padre cuando su hijo era aceptado.

Al final de la octava entrada, el equipo de Herbert logró anotar algunas carreras pero aún estaban detrás en el marcador por tres. Al inicio de la novena entrada, Herbert se puso un guante y jugó en el jardín derecho. Aunque ninguna pelota llegó a Herbert, estaba obviamente extasiado sólo por estar en el juego y en el campo, sonriendo de oreja a oreja mientras su padre lo animaba desde las graderías.

Al final de la novena entrada, el equipo de Herbert anotó de nuevo. Ahora con dos outs y las bases llenas, la carrera para obtener el triunfo era una posibilidad y Herbert era el siguiente en batear. Con esta oportunidad, ¿dejarían a Herbert batear y renunciar a la posibilidad de ganar el juego?

Sorprendentemente, Herbert estaba al bate. Todos sabían que un solo “hit” era imposible porque Herbert no sabía ni cómo agarrar el bate correctamente, mucho menos pegarle a la bola. Sin embargo, mientras Herbert se paraba sobre la base, el “pitcher”, reconoció que el otro equipo estaba dispuesto a perder para permitirle a Herbert un gran momento en su vida, se movió unos pasos al frente y tiró la bola muy suavemente para que Herbert pudiera al menos hacer contacto con ella.

El primer tiro llegó y Herbert abanicó torpemente y falló. El “pitcher” de nuevo se adelantó unos pasos para tirar la bola suavemente hacia el bateador. Cuando el tiro se realizó Herbert abanicó y golpeó la bola suavemente justo enfrente del “pitcher”.

El juego podría haber terminado. El “pitcher” podría haber recogido la bola y haberla tirado a primera base. Herbert hubiera quedado fuera y habría sido el final del juego. Pero, el ”pitcher” tiró la bola sobre la cabeza del niño en primera base, fuera del alcance del resto de sus compañeros de equipo.

Todos desde las graderias y los jugadores de ambos equipos empezaron a gritar 

-Herbert, corre a primera base, corre a primera”. 

Nunca en su vida Herbert había corrido esa distancia, pero logró llegar a primera base. Corrió justo sobre la línea, con los ojos muy abiertos y sobresaltado. Todos gritaban: 

-¡Corre a segunda!

Recobrando el aliento, Herbert, con dificultad corrió hacia la segunda base. Para el momento en que Herbert llegó a segunda base. El niño del jardín derecho tenia la bola, el niño más pequeño en el equipo y que sabía que tenía la oportunidad de ser el héroe del día. Él podía haber tirado la bola a segunda base, pero entendió las intenciones del “pitcher” y tiró la bola alto, sobre la cabeza del niño en tercera base. Herbert corrió a tercera base mientras que los corredores delante de él hicieron un círculo alrededor de la base. Cuando Herbert llego a tercera, los niños de ambos equipos y los espectadores, estaban de pie gritando

-¡Corre a “home”, corre.

Herbert corrió al “home”, se paró en la base y fue vitoreado como el héroe que bateo el “grand slam” y ganó el juego para su equipo.

-Ese día -dijo el padre con lágrimas bajando por su rostro- los niños de ambos equipos ayudaron dándole a este mundo un trozo de verdadero amor y humanismo. 

Herbert no sobrevivió otro verano. Murió ese invierno, sin olvidar nunca haber sido el héroe y haber hecho a su padre muy feliz, haber llegado a casa y ver a su madre llorando de felicidad y ¡abrazando a su héroe del día!

Autor desconocido

17 noviembre, 2011

Trastorno de Pánico (Trastorno de Angustia)

 “La ansiedad es un arroyito de temor que corre por la mente. Si se le alimenta puede convertirse en un torrente que arrastrará todos nuestros pensamientos.”  
A. Roche

El pánico se define como un miedo extremo, pavor o terror que se produce como respuesta a una amenaza de origen externo o interno. 

Su nombre viene del griego panikón, abreviatura de "dêima panikón" o 'terror causado por Pan´, que luego se tradujo al latín ´panicus´ y finalmente al español pánico, con significado similar: ‘miedo intenso por algo de origen desconocido’. 

Según la mitología griega, Pan era un dios de rostro barbudo, con cuernos, una expresión animalesca y miembros inferiores como los del macho cabrío. Cuando nació, su madre se horrorizó del hijo monstruoso que había traído al mundo y su padre lo llevó envuelto en piel de cabra al Olimpo, donde fue aceptado por los dioses. Como divinidad silvestre, se le atribuían los ruidos de causa ignorada en campos, bosques, montañas y lagos que con frecuencia amedrentaban a campesinos y pastores. Se dice que ayudó a los griegos en su batalla contra los persas, sembrando entre ellos un terror muy intenso. 

Ataque de Pánico o Crisis de Angustia 

Un ataque de pánico o crisis de angustia es un episodio caracterizado por la presencia de síntomas físicos asociados a la sensación miedo, de perder el control o estar a punto de enloquecer. 

El paciente experimenta de forma aislada y temporal un miedo o malestar muy intenso en ausencia de un peligro real, que se acompaña de al menos 4 síntomas somáticos o cognoscitivos como son: palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardiaca, sudoración, temblores o sacudidas, sensación de ahogo o falta de aliento, sensación de atragantamiento, opresión o malestar torácico, nauseas o molestias abdominales, inestabilidad, mareo o desmayo, sensación de irrealidad (desrealización) o estar separado de uno mismo (despersonalización), miedo a perder el control o enloquecer, miedo a morir, sensación de entumecimiento u hormigueo (parestesias) y escalofríos o sofocaciones. 

Su inicio es brusco y alcanza su máxima expresión rápidamente en un máximo de 10 minutos, acompañándose de una sensación de peligro o muerte inminente y de una urgente necesidad de escapar. 

De acuerdo a su relación entre el inicio de la crisis y la presencia o ausencia de desencadenantes situacionales internos o externos, existen 3 tipos de ataques de pánico o crisis de angustia: 

1. Inesperadas: crisis espontáneas que no se relacionan con ningún estímulo situacional en particular. 

2. Situacionales: desencadenadas antes o durante la exposición a un desencadenante situacional específico. 

3. Predispuestas: se presentan de forma esporádica en relación estrecha con una situación determinada, es decir, no se presentan siempre sino ocasionalmente en respuesta a un estímulo en particular. 

Trastorno de Pánico o Trastorno de Angustia 

El trastorno de pánico o de angustia es un trastorno de ansiedad caracterizado por la presentación recurrente de crisis de angustia o ataques de pánico que surgen de forma inesperada sin asociación a un estímulo plenamente identificable, acompañadas de preocupación por padecer nuevas crisis o sus consecuencias o de cambios conductuales significativos relacionados con esas crisis, lo que afecta considerablemente la vida del sujeto. 

Puede presentarse con o sin agorafobia. La agorafobia es la aparición de ansiedad o comportamiento de evitación en lugares o situaciones donde puede ser difícil o embarazoso escapar o donde no sea posible encontrar ayuda de presentarse una crisis de angustia o ataque de pánico. 

Inicialmente, el paciente experimenta sólo crisis de angustia, pero con el tiempo se empieza a experimentar también agorafobia. El paciente evita estar solo dentro o fuera de la casa, mezclarse con la gente, viajar en cualquier medio de transporte, estar en un ascensor o puente, la calle, el supermercado, el trabajo y el centro de estudios, limitando cada vez más su interacción con los demás o el medio que le rodea y produciendo malestar clínicamente significativo. 

Epidemiología 

Se estima una prevalencia de 3.5% en la población general. En pacientes psiquiátricos se diagnostica en alrededor de un 10%, de los cuales alrededor de la mitad presenta la modalidad asociada a agorafobia. El porcentaje aumenta en pacientes con una enfermedad médica concomitante, especialmente de tipo cardíaco. 

Suele asociarse a trastornos del estado de ánimo, trastornos inducidos por sustancias, otros trastornos de ansiedad y enfermedades médicas de tipo respiratorio, cardiovascular, vestibular y gastrointestinales. 

Su edad de aparición es variable, pero usualmente se encuentra entre el final de la adolescencia y la mitad de la cuarta década de la vida. Se han reportado algunos casos de inicio en la segunda infancia y en mayores de 45 años. 

Su curso es crónico, con altibajos y períodos de remisión. En algunos pacientes los síntomas son más intensos que en otros, siendo menor o inexistente la sintomatología en pacientes medicados. 

El trastorno de angustia es más frecuente en las mujeres que en los hombres, especialmente en la modalidad con agorafobia donde la proporción mujer-hombre es 3:1, mientras que en la modalidad sin agorafobia la proporción es 2:1. 

Los parientes de primer grado (padres, hijos, hermanos) tienen 8 veces más probabilidades de presentar este trastorno. La probabilidad aumenta a 20 veces si su primera experiencia ocurre antes de los 20 años. 

Esta enfermedad se presenta casi todo el mundo, aunque su interpretación está asociada a la cultura y el nivel de formación académica de los afectados. 

Etiología 

En el intento de comprender el origen del trastorno de angustia han surgido algunas explicaciones: 
  1. Se estima que existe una relación estrecha ente el sistema límbico, especialmente la amigdala (estructura cerebral estrechamente relacionada con las emociones, el miedo y la agresividad) y la aparición de las crisis. 
  2. Otra explicación biológica apunta a una probable anormalidad bioquímica del cerebro, especialmente en los neurotransmisores norepinefrina o noradrenalina y la serotonina (relacionados con la respuesta de lucha o huida ante el temor y la sensación de bienestar, respectivamente). 
  3. La teoría cognitiva sostiene que las personas con tendencia a la catastrofización (pensamiento irracional que se caracteriza por percibir y magnificar los aspectos negativos de las situaciones, interpretándolas como catastróficas) generan elevados niveles de ansiedad, especialmente en relación a sus sensaciones corporales, que incrementan la posibilidad de hacer crisis de angustia. 
  4. La teoría del condicionamiento plantea que, una vez presentado el primer ataque, la ansiedad queda condicionada a indicadores externos e internos asociados a la experiencia como un lugar, situación o sensación corporal, lo que a su vez da origen al inicio de otros ataques, generando un círculo vicioso. 
Criterios Diagnósticos del DSM-IV TR 

A. El paciente debe presentar las siguientes condiciones (1 y 2) 
  1. Crisis de angustia inesperadas recidivantes (repetitivas)
  2. Al menos una de las crisis se ha seguido durante un mes o más de uno de los siguientes síntomas: 
  • Inquietud persistente por la posibilidad de tener más crisis 
  • Preocupación por las implicaciones de la crisis o sus consecuencias 
  • Cambio significativo del comportamiento relacionado con la crisis 
B. Presencia de agorafobia (trastorno de angustia con agorafobia) o ausencia de agorafobia (trastorno de angustia sin agorafobia). 

C. Las crisis de angustia no se deben a los efectos fisiológicos directos de una sustancia o una enfermedad médica. 

D. Las crisis de angustia no pueden explicarse mejor por la presencia de otro trastorno mental como fobia social, fobia específica, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno por estrés postraumático o trastorno de ansiedad por separación 

Diagnóstico Diferencial

El trastorno de pánico o de angustia debe diferenciarse de 

1. Trastorno de ansiedad inducido por sustancias: cuando existe una clara relación entre las crisis de angustia y el consumo o abstinencia de drogas o fármacos como el cannabis, cafeína, cocaína, anfetaminas, abstinencia de alcohol, abstinencia de barbitúricos. 

2. Trastorno de ansiedad debido a enfermedad médica: existen pruebas de que las crisis de angustia son debidos a los efectos fisiológicos de una enfermedad médica como hipertiroidismo, hiperparatiroidismo, feocromocitoma, trastornos del sistema vestibular, trastornos comiciales y enfermedades cardíacas como arritmias y taquicardia supraventricular. 

3. Fobia social, trastorno de estrés postraumático y fobias específicas donde hay una respuesta de miedo o ansiedad ante situaciones muy específicas, traumáticas o fóbicas. 

4. Trastorno de ansiedad generalizada: donde el sujeto se preocupa mucho, por muchas cosas, pero carece de la intensidad del ataque de pánico y su preocupación tiene carácter permanente. 

5. Trastorno de ansiedad obsesivo-compulsivo: donde la crisis se asocia específicamente con la exposición al estímulo o motivo central de las obsesiones y compulsiones. 

6. Trastorno de ansiedad por separación: cuando la crisis se presenta en relación a la separación del padre o figura de apego. 

Tratamiento 

El tratamiento del trastorno de pánico con o sin agorafobia implica el uso de psicofármacos y la psicoterapia. 

En relación con la medicación, se utilizan ansiolíticos del grupo de las benzodiacepinas como alprazolam o clonazepam. La finalidad es disminuir la ansiedad, permitiendo al paciente funcionar con más eficacia. 

También se utilizan los antidepresivos, sobretodo los tricíclicos y los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Los ISRS se consideran el tratamiento de elección pero se pueden combinar con los ansiolíticos en pacientes con altos niveles de ansiedad porque su inicio de acción es lento. 

En relación a la psicoterapia se utiliza la modalidad cognitivo-conductual por medio del uso de diversas técnicas que engloban tres aspectos principales: 
  • Psicoeducación acerca de la naturaleza e implicaciones de la ansiedad, el miedo y el pánico con la finalidad de que comprendan que las sensaciones que experimentan son, aunque incómodas, normales e inofensivas. 
  • Control de la respiración: ejercicios donde se enseña a respirar y relajarse ante la presentación de la ansiedad y sus síntomas. 
  • Identificación y control de pensamientos irracionales automáticos que aparecen antes o durante las crisis. Se instruye al paciente para que aprenda a revertir sus pensamientos catastróficos y a cómo pensar o actuar frente a una crisis, enseñándole a buscar soluciones. 
Se recomiendan también el ejercicio, la supresión del consumo de café, chocolate, cigarrillo u otras sustancias que incrementen los niveles de ansiedad; la meditación, yoga, musicoterapia y cualquier otro medio que contribuya a disminuir los niveles de ansiedad y por ende, la aparición de las crisis. 

"En los momentos de ansiedad, no tratéis de razonar, pues vuestro razonamiento se volverá contra vosotros mismos; es mejor que intentéis hacer esas elevaciones y flexiones de brazos que se enseñan ahora en todas las escuelas; el resultado os asombrará. Así, el profesor de filosofía os envía al de gimnasia."  
Alain  (1868-1951) Filósofo y ensayista francés.



03 noviembre, 2011

Uno Crece

Por Susana Carizza

Imposible atravesar la vida sin que un trabajo salga mal hecho, sin que una amistad cause decepción, sin padecer algún quebranto de salud, sin que un amor nos abandone, sin que alguien de la familia fallezca, sin equivocarse en un negocio. Ese es el costo de vivir.

Sin embargo lo importante no es lo que suceda, sino, cómo se reacciona. Si te pones a coleccionar heridas eternamente sangrantes, vivirás como un pájaro herido incapaz de volver a volar.

Uno crece… 

Uno crece cuando no hay vacío de esperanza, ni debilitamiento de voluntad, ni pérdida de fe. 

Uno crece cuando acepta la realidad y tiene aplomo de vivirla. Cuando acepta su destino, pero tiene la voluntad de trabajar para cambiarlo.

Uno crece asimilando lo que deja por detrás, construyendo lo que tiene por delante y proyectando lo que puede ser el porvenir. 

Crece cuando supera, se valora y sabe dar frutos. 

Uno crece cuando abre camino dejando huellas, asimila experiencias… ¡Y siembra raíces!

Uno crece cuando se impone metas, sin importarle comentarios negativos, ni prejuicios, cuando da ejemplos sin importarle burlas, ni desdenes, cuando cumple con su labor.

Uno crece cuando se es fuerte por carácter, sostenido por formación, sensible por temperamento… ¡Y humano por nacimiento!

Uno crece cuando enfrenta el invierno aunque pierda las hojas, recoge flores aunque tengan espinas y marca camino aunque se levante el polvo.

Uno crece cuando es capaz de afianzarse con residuos de ilusiones, capaz de perfumarse con residuos de flores… ¡Y de encenderse con residuos de amor!

Uno crece ayudando a sus semejantes, conociéndose a sí mismo y dándole a la vida más de lo que recibe.

Uno crece cuando se planta para no retroceder… Cuando se defiende como águila para no dejar de volar… Cuando se clava como ancla y se ilumina como estrella.


Entonces… Uno Crece

31 octubre, 2011

Abrazoterapia: Salud Física y Mental

El abrazo consiste en estrechar o ceñir a otra persona entre tus brazos como forma de saludar, dar afecto o consuelo. Es un excelente medio de comunicación tan viejo como el hombre mismo. Se ha observado, incluso en animales como los chimpancés. 

Haciendo memoria de nuestra infancia, encontraremos momentos en los que el abrazo de nuestros padres o seres queridos eran suficiente consuelo ante cualquier corte, abrasión, rayado, golpe, quemadura, ofensa o traición. El amor de mamá era el calmante universal ante los embates, problemas, frustraciones y dolores de la vida. 

Su naturaleza es generalmente asexual. Es una maravillosa manera de dar amor a los amigos, los familiares y a la pareja. Puede hacerse de múltiples forma: de frente, de espalda, de costado, en grupo, sentado, parado, acostado, fuerte, suave, largo, corto. Es importante para el bienestar emocional. 

Prestigiosas universidades y especialistas en todo el mundo están estudiando el efecto terapéutico de los abrazos y el contacto físico. 

El Dr. David Spiegel, de la Universidad de Stanford, observó la correlación entre mayor longevidad y apoyo terapéutico grupal en mujeres con cáncer metastático de mama. Realizó un estudio que demostró que expresar sentimientos, sentirse acompañado y tener contacto físico afectivo mejoraba la calidad de vida, disminuía el dolor y aumentaba el tiempo de vida de las pacientes afectadas. 

Publicaciones científicas como la Revista de Medicina Psicosomática de los EEUU informan los resultados de investigaciones que concluyen que la oxitocina, hormona liberada por el cerebro en diversas situaciones como el parto, la lactancia y el acto del abrazo, considerada como la hormona del comportamiento del apego y el afecto, produce una auténtica sensación de bienestar que se experimenta en el momento del abrazo y actúa como antiestrés bajando los niveles de cortisol, lo que reduce la ansiedad y la sensibilidad a dolor. 

El cerebro también activa la liberación de serotonina y dopamina, generando una maravillosa sensación de bienestar, sedación, armonía y plenitud en el momento del abrazo; aumentan las endorfinas, sustancias que libera nuestro cerebro durante el ejercicio, la excitación, el dolor, el enamoramiento y el orgasmo, produciendo un efecto analgésico y una sensación de bienestar. Potencian nuestro sistema inmunológico, haciéndolo mas fuerte y evitando así padecer de enfermedades, ayudan a regular la presión arterial y la frecuencia cardiaca. 

En su libro titulado Abrázame, la Dra. Kathleen Keating, psicóloga clínica y enfermera especializada en psiquiatría y salud mental, presenta el abrazo como una práctica esencial para curar y preservar la salud. El tacto terapéutico, incluido como parte del entrenamiento de enfermeras en grandes centros de los EEUU, es usado para reducir el dolor, la depresión y ansiedad asociados a la enfermedad, para aumentar el deseo de vivir del paciente terminal, y ayudar a crecer y prosperar a bebes prematuros que carecen del contacto físico mientras están en la incubadora. 

La prestigiosa terapeuta familiar norteamericana, Virginia Satir, decía que necesitamos cuatro abrazos al día para sobrevivir, ocho para mantenernos sanos y doce para crecer. Agrega que tanto un abrazo como cualquier estimulo táctil y atención producen efectos favorables en nuestra sobrevivencia y supervivencia física. 

La Psicóloga colombiana, Claudia Helena Castaño Duque, explica que los abrazos se necesitan para sentirnos vivos y reconocidos por los seres que nos rodean, para vivir de una manera más equilibrada emocionalmente al desarrollar todo nuestro potencial humano afectivo en expresiones de cariño, amor y solidaridad. 

Existe una mayor probabilidad de desarrollar problemas de desarrollo, vinculación afectiva e interacción social en personas que fueron victimas de carencias afectivas y negligencia en la infancia. 

Dentro de la larga lista de beneficios y ventajas del abrazo se encuentran las siguientes: 
  • Mejora la salud física en general 
  • Imparte una energía vital, capaz de curar o aliviar enfermedades y dolencias 
  • Es placentero 
  • Disminuye el estrés, relaja y calma los nervios 
  • Favorece la autoestima 
  • Mejora las relaciones interpersonales 
  • Nos hace sentir protegidos 
  • Consuela, alivia la tristeza 
  • Comunica amor, agradecimiento, solidaridad, esperanza, ternura, aprecio, paz, felicidad 
  • Es económico, no implica costos de materiales o manufactura 
  • No requiere de dispositivos o maquinaria especial 
  • Cualquiera puede darlo o recibirlo 
  • No contamina el medio ambiente 
  • Puede hacerse en cualquier tiempo y espacio 
  • No caduca ni tiene efectos secundarios 
  • Nos rescata de la soledad y el aislamiento 
  • Nos permite integrar cuerpo, mente y emociones 
  • Estimula la gratitud 
  • Reafirma la sensación de pertenencia 
  • Satisface la necesidad de estímulos sensoriales 
  • Transfiere energía y da a la persona que es abrazada un estímulo emocional. 
  • Alienta el altruismo 
  • Retrasa el envejecimiento 
  • Ofrece una alternativa saludable a la promiscuidad, el uso del alcohol y otras drogas 
  • Es portátil 
  • Sigue funcionando aún después de terminar 
  • Combate el insomnio 
  • No se necesita tener algún titulo o estudio especial 
  • Acrecienta la voluntad de vivir a los enfermos 
  • Tiene un efecto positivo en el desarrollo de lenguaje y la capacidad intelectual de los niños 
  • Disminuye la agresividad y promueve la paz. 
Dados sus maravillosos beneficios, se ha desarrollado numerosas iniciativas alrededor del mundo para aumentar la práctica del abrazo. La Campaña Abrazos gratis es un movimiento iniciado por el australiano Juan Mann quien, intentando subrayar la importancia del afecto y del contacto físico, todos los jueves a repartir abrazos por la calle. Este gesto fue imitado por otras personas en distintos lugares del mundo. 

Regala en este y todos los días abrazos reales y abrazos virtuales a todos aquellos que conozcas. Reparte amor y disfruta todos los maravillosos beneficios de esta sencilla, pero extraordinaria forma de comunicación. 

Recibe un enorme abrazo de mi parte.

30 octubre, 2011

Más Allá de las Imperfecciones

El dueño de una tienda estuvo clavando un anuncio al frente de su lugar de comercio que dijo “Se Venden Perritos” cuando de repente un niño apareció y le preguntó, “¿Cuánto cuesta comprar uno de estos perritos?”

El dueño contestó, “Dependiendo al perro, cuesta de $300 a $500 pesos cada uno.”

El niño puso su manito en su bolsillo y sacó algunas moneditas y dijo, “Solo tengo veinte siete pesos con cincuenta centavos. ¿Me dejarás por lo menos ver y tocar a uno de los perritos?”

El dueño rió y dijo, “Por supuesto”, abrió la jaula y sacó uno de los perritos más hermosos.

El niño observó que uno de los perritos estaba escondiéndose en el rincón de la jaula y que andaba como que si era cojo. El niño preguntó, “¿Y qué anda mal con este perrito, Señor?”

El dueño explicó que tenía algo mal con su cadera y que siempre será cojo.

El niño empezó a animarse bastante y dijo, “Ese es el perrito que deseo comprar.”

El dueño dijo, “No, hijo mío, tu no quieres comprar ese perrito. Si lo quieres, simplemente te lo regalo.”

El niño apunto su dedo al dueño y dijo, “No señor. No quiero que me regalas este perrito. Ese perrito tiene el mismito valor que cualquiera de los otros perritos. Y yo estoy dispuesto a pagar el precio completo. Si está bien contigo, te entregaré todo lo que tengo, los veintisiete pesos con cincuenta centavos y te prometo pagar cincuenta centavos cada mes hasta pagar por el perrito por completo.”

El dueño siguió insistiendo que no debería de comprar ese perrito. “Es que no entiendes, niño. Este perrito nunca jamás podrá brincar y correr contigo como los demás perritos deben.”

Para su gran sorpresa el niño levantó uno de sus pantalones y le mostró el soporte de metal que reforzaba su pierna destrozada por el polio. “Pues yo tampoco brinco y corro bien”, dijo el niño con voz muy suave, “y este perrito necesitará a alguien que le entiende bien”.

Derechos Humanos o Humanos Derechos

Siempre me ha llamado la atención cómo los representantes de los derechos humanos en nuestro país salen en defensa de personas acusadas de actos delictivos cuando consideran que los mismos están siendo abusados, pero guardan silencio ante los actos bandálicos de que somos víctimas los ciudadanos que día a día luchamos por tener un mejor futuro, trabajando dignamente y estudiando.

Por eso quiero compartir con ustedes este mensaje que llegó a mí a través de mi correo electrónico. Desconozco el autor pero deja mucho que pensar.

“Hace poco, las madres de PANDILLEROS encarcelados, realizaron una manifestación, exigiendo los "DERECHOS" de sus hijos. Acá está la respuesta de una madre ciudadana, hacia la madre que protestaba...

DE MADRE A MADRE:

"Vi tu enérgica protesta delante de las cámaras de TV, en la reciente manifestación en favor de la reagrupación de presos y su transferencia a cárceles cercanas a sus familiares, y con mejores prestaciones.

“Vi cómo te quejabas de la distancia que te separa de tu hijo, y de lo que supone económicamente para ti, ir a visitarlo como consecuencia de esa distancia.

“Vi también toda la cobertura mediática que dedicaron a dicha manifestación, así como el soporte que tuviste de otras madres en la misma situación y de otras personas que querían ser solidarias contigo, y que contabas con el apoyo de algunas organizaciones y sindicatos populistas, comisiones pastorales, órganos y entidades en defensa de los derechos humanos, ONGs etc.

“Yo también soy madre y puedo comprender tu protesta e indignación. Enorme es la distancia que me separa de mi hijo. Trabajando mucho y ganando poco, idénticas son las dificultades y los gastos que tengo para visitarlo. Con mucho sacrificio sólo puedo visitarlo los domingos, porque trabajo incluso los sábados para el sustento y educación del resto de la familia. Felizmente, también cuento con el apoyo de amigos, familia, etc.

“Si aún no me reconoces, yo soy la madre de aquel joven que se dirigía al trabajo, con cuyo salario me ayudaba a criar y mandar a la escuela a sus hermanos menores, y que fue asaltado y herido mortalmente a balazos disparados por tu hijo.

“En la próxima visita, cuando tú estés abrazando y besando a tu hijo en la cárcel yo estaré visitando al mío y depositándole unas flores en su tumba, en el cementerio.

“¡Ah! Se me olvidaba: ganando poco y sosteniendo la economía de mi casa, a través de los impuestos que pago, tu hijo seguirá durmiendo en un colchón y comiendo todos los días. O dicho de otro modo: seguiré sosteniendo a tu hijo malhechor.

“Ni a mi casa, ni en el cementerio, vino nunca ningún representante de esas entidades (ONGs), que tan solidarias son contigo, para darme apoyo ni dedicarme unas palabras de aliento, ¡ni siquiera para decirme cuáles son MIS DERECHOS!”

"Quizás entre todos, podamos revertir estos valores que existen en nuestro país, donde los delincuentes y terroristas tienen más derechos que los ciudadanos honrados y trabajadores, que sólo queremos vivir en paz."

¡LOS DERECHOS HUMANOS TAMBIÉN SON PARA LOS HUMANOS DERECHOS!




¿Cómo Crear un Delincuente?

Comience desde la infancia dando a su hijo todo lo que pida. Así crecerá convencido de que el mundo entero le pertenece.

No se preocupe por su educación ética o espiritual. Espere a que alcance la mayoría de edad para que pueda decidir libremente.

Cuando diga palabras obscenas festéjeselas. Esto lo animará a hacer cosas más graciosas.

No le regañe ni le diga que está mal algo de lo que hace. Podría crearle complejos de culpabilidad; primero creerá que le tienen manía y más tarde se convencerá de que la culpa es de la sociedad.

Recoja todo lo que él deja tirado: libros, zapatos, ropa, juguetes. Así se acostumbrará a cargar la responsabilidad sobre los demás.

Déjele leer todo lo que caiga en sus manos. Cuide de que sus platos, cubiertos y vasos estén esterilizados, pero no de que su mente se llene de basura.

Riña a menudo con su cónyuge en presencia del niño, así a él no le dolerá demasiado el día en que la familia, quizá por su propia conducta, quede destrozada para siempre.

Déle todo el dinero que quiera gastar. No vaya a sospechar que para disponer del mismo es necesario trabajar.

Satisfaga todos sus deseos, apetitos, comodidades y placeres. El sacrificio y la austeridad podrían producirle frustraciones.

Póngase de su parte en cualquier conflicto que tenga con sus profesores y vecinos. Piense que todos ellos tienen prejuicios contra su hijo y que de verdad quieren fastidiarlo.

Cuando se meta en verdaderos problemas, discúlpese a sí mismo diciendo: “Nunca pude con este muchacho”.

Prepárese para una vida de sufrimiento. Ya está listo para tenerla.

Lección de Vida


El 14 de Octubre de 1998, en un vuelo trasatlántico tuvo lugar el siguiente suceso:

A una dama la sentaron en el avión al lado de un hombre de raza negra. La mujer pidió a la azafata que la cambiara de sitio, porque no podía sentarse al lado de una persona tan desagradable. 

La azafata argumentó que el vuelo estaba muy lleno, pero que iría a revisar a primera clase a ver por si acaso podría encontrar algún lugar libre.

Todos los demás pasajeros observaron la escena con disgusto, no solo por el hecho en sí, sino por la posibilidad de que hubiera un sitio para la mujer en primera clase.

La señora se sentía feliz y hasta triunfadora porque la iban a quitar de ese sitio y ya no estaría cerca de aquella persona.

Minutos más tarde regresó la azafata y le informó a la señora:
-Discúlpeme señora, efectivamente todo el vuelo está lleno…. pero afortunadamente encontré un lugar vacío en primera clase. Sin embargo, para poder hacer este tipo de cambios le tuve que pedir autorización al capitán. Él me indicó que no se podía obligar a nadie a viajar al lado de una persona tan desagradable.

La señora con cara de triunfo, intentó salir de su asiento, pero la azafata en ese momento se voltea y le dice al hombre de raza negra:
-¿Señor, sería usted tan amable de acompañarme a su nuevo asiento?

Todos los pasajeros del avión se pararon y ovacionaron la acción de la azafata.

Ese año, la azafata y el capitán fueron premiados y gracias a esa actitud, la empresa Aérea se dio cuenta que no le había dado demasiada importancia a la capacitación de su personal en el área de atención al cliente.

La empresa hizo cambios de inmediato. Desde ese momento en todas las oficinas de la aerolínea se lee el siguiente mensaje:
 
“Las personas pueden olvidar lo que les dijiste, las personas pueden olvidar lo que les hiciste, pero nunca olvidarán como les hiciste sentir.”


Empuja La Vaca

Un maestro de la sabiduría paseaba por un bosque con su fiel discípulo, cuando vio a lo lejos un sitio de apariencia pobre, y decidió hacer una breve visita al lugar.

Durante la caminata le comentó al aprendiz sobre la importancia de las visitas, también de conocer personas y las oportunidades de aprendizaje que tenemos de estas experiencias.

Llegando al lugar constató la pobreza del sitio, los habitantes, una pareja y tres hijos, la casa de madera, vestidos con ropas sucias y rasgadas, sin calzado. Entonces se aproximó al señor, aparentemente el padre de familia y le preguntó: En este lugar no existen posibilidades de trabajo ni puntos de comercio tampoco, ¿cómo hacen usted y su familia para sobrevivir aquí?

El señor calmadamente respondió: amigo mío, nosotros tenemos una vaquita que nos da varios litros de leche todos los días. Una parte del producto la vendemos o lo cambiamos por otros géneros alimenticios en la ciudad vecina y con la otra parte producimos queso, cuajada, etc., para nuestro consumo y así es como vamos sobreviviendo.

El sabio agradeció la información, contempló el lugar por un momento, luego se despidió y se fue. En el medio del camino, volteó hacia su fiel discípulo y le ordenó: busque la vaquita, llévela al precipicio de allí en frente y empújela al barranco.

El joven espantado vio al maestro y le cuestionó sobre el hecho de que la vaquita era el medio de subsistencia de aquella familia. Mas como percibió el silencio absoluto del maestro, fue a cumplir la orden.
Así que empujo la vaquita por el precipicio y la vio morir. Aquella escena quedó grabada en la memoria de aquel joven durante algunos años.

Un bello día el joven resolvió abandonar todo lo que había aprendido y regresar a aquel lugar y contarle todo a la familia, pedir perdón y ayudarlos. Así lo hizo, y a medida que se aproximaba al lugar veía todo muy bonito, con arboles floridos, todo habitado, con carro en el garaje de tremenda casa y algunos niños jugando en el jardín.

El joven se sintió triste y desesperado imaginando que aquella humilde familia tuviese que vender el terreno para sobrevivir, aceleró el paso y llegando allí, fue recibido por un señor muy simpático, el joven preguntó por la familia que vivía allí hace unos cuatro años, el señor respondió que seguían viviendo allí.

Espantado el joven entró corriendo a la casa y confirmó que era la misma familia que visitó hace algunos años con el maestro. Elogió el lugar y le pregunto al señor (el dueño de la vaquita): ¿Cómo hizo para mejorar este lugar y cambiar de vida?

El señor entusiasmado le respondió: nosotros teníamos una vaquita que cayó por el precipicio y murió, de ahí en adelante nos vimos en la necesidad de hacer otras cosas y desarrollar otras habilidades que no sabíamos que teníamos, así alcanzamos el éxito que sus ojos vislumbran ahora.

Todos nosotros tenemos una vaquita que nos proporciona alguna cosa básica para nuestra sobrevivencia la cual es una convivencia con la rutina, NOS HACE DEPENDIENTES, Y CASI QUE EL MUNDO SE REDUCE A LO QUE LA VAQUITA NOS PRODUCE.

No pretendamos seguir haciendo lo mismo y esperar resultados diferentes. Vivimos dentro de una zona de comodidad donde nos movemos, y creemos que eso es lo único que existe. Todo lo conocido, cotidiano y fácil…

Tenemos sueños, queremos resultados, buscamos oportunidades, pero no siempre estamos dispuestos a cambiar. No siempre estamos dispuestos a transitar caminos difíciles. Busca cual es tu vaquita y aprovecha para empujarla por el precipicio.



Cerrando Círculos

Por Paulo Coelho

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.

¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente “revolcándote” en los por qué, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!

Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.

Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.

Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente…

El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú… Suelta el resentimiento. El prender “tu televisor personal” para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte lentamente, envenenarte y amargarte.

La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando “puertas abiertas” por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones? , ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.

Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.

Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.

Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Por eso cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.

Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad. ¡Esa es la vida!

Algo Grande Ocurrirá

Dice Paulo Coelho que cuando deseas algo el universo conspira para que lo consigas. Creo que es así. Cuando declaras algo para tu vida puedes estar seguro de que lo conseguirás y que de una forma y otra, directa o indirectamente, tus acciones irán dirigidas a ese fin.

Para ilustrar un poco lo que digo, compartiré con ustedes una historia escrita por Gabriel García Márquez llamada Algo Muy Grave Va A Pasar En El Pueblo.

“Imagínese usted un pueblo muy pequeño donde hay una señora vieja que tiene dos hijos, uno de 17 y una hija de 14. Está sirviéndoles el desayuno y tiene una expresión de preocupación. Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde:

-No sé, pero he amanecido con el presentimiento de que algo muy grave va a sucederle a este pueblo.

Ellos se ríen de la madre. Dicen que esos son presentimientos de vieja, cosas que pasan. El hijo se va a jugar al billar, y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el otro jugador le dice:

-Te apuesto un peso a que no la haces

Todos se ríen. Él se ríe. Tira la carambola y no la hace. Paga su peso y todos le preguntan qué pasó, si era una carambola sencilla. Contesta:

-Es cierto, pero me ha quedado la preocupación de una cosa que me dijo mi madre esta mañana sobre algo grave que va a suceder a este pueblo.

Todos se ríen de él, y el que se ha ganado su peso regresa a su casa, donde está con su mamá o una nieta o en fin, cualquier pariente. Feliz con su peso, dice:

-Le gané este peso a Dámaso en la forma más sencilla porque es un tonto.

-¿Y por qué es un tonto?

-Hombre, porque no pudo hacer una carambola sencillísima estorbado con la idea de que su mamá amaneció hoy con la idea de que algo muy grave va a suceder en este pueblo. Entonces le dice su madre:

-No te burles de los presentimientos de los viejos porque a veces salen.

La pariente lo oye y va a comprar carne. Ella le dice al carnicero:

-Véndame una libra de carne -y en el momento que se la están cortando, agrega-: Mejor véndame dos, porque andan diciendo que algo grave va a pasar y lo mejor es estar preparado.

El carnicero despacha su carne y cuando llega otra señora a comprar una libra de carne, le dice:

-Lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo muy grave va a pasar, y se están preparando y comprando cosas.

Entonces la vieja responde:

-Tengo varios hijos, mire, mejor deme cuatro libras.

Se lleva las cuatro libras; y para no hacer largo el cuento, diré que el carnicero en media hora agota la carne, mata otra vaca, se vende toda y se va esparciendo el rumor. Llega el momento en que todo el mundo, en el pueblo, está esperando que pase algo. Se paralizan las actividades y de pronto, a las dos de la tarde, hace calor como siempre. Alguien dice:

-¿Se ha dado cuenta del calor que está haciendo? -¡Pero si en este pueblo siempre ha hecho calor! (Tanto calor que es pueblo donde los músicos tenían instrumentos remendados con brea y tocaban siempre a la sombra porque si tocaban al sol se les caían a pedazos.) -Sin embargo -dice uno-, a esta hora nunca ha hecho tanto calor.

-Pero a las dos de la tarde es cuando hay más calor.

-Sí, pero no tanto calor como ahora.

Al pueblo desierto, a la plaza desierta, baja de pronto un pajarito y se corre la voz:

-Hay un pajarito en la plaza. Y viene todo el mundo, espantado, a ver el pajarito.

-Pero señores, siempre ha habido pajaritos que bajan.

-Sí, pero nunca a esta hora.

Llega un momento de tal tensión para los habitantes del pueblo, que todos están desesperados por irse y no tienen el valor de hacerlo.

-Yo sí soy muy macho -grita uno-. Yo me voy.

Agarra sus muebles, sus hijos, sus animales, los mete en una carreta y atraviesa la calle central donde está el pobre pueblo viéndolo. Hasta el momento en que dicen:

-Si éste se atreve, pues nosotros también nos vamos.

Y empiezan a desmantelar literalmente el pueblo. Se llevan las cosas, los animales, todo. Y uno de los últimos que abandona el pueblo, dice:

-Que no venga la desgracia a caer sobre lo que queda de nuestra casa -y entonces la incendia y otros incendian también sus casas.

Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como en un éxodo de guerra, y en medio de ellos va la señora que tuvo el presagio, clamando:

-Yo dije que algo muy grave iba a pasar, y me dijeron que estaba loca.”

¿Qué va a ocurrir en tu pueblo? ¿Qué ocurrirá en tu vida? Declara que ocurrirá algo grande, que serás prosperado, bendecido y eso mismo ocurrirá. Que todo te salga bien y que cada cosa que sueñes o desees fervientemente se haga realidad.

Ámate Mujer


Nunca te permitas sentirte sola, puedes estarlo…, pero aprende a disfrutar también de ello.

¡Ámate mucho! , imagínate feliz, la mente es un imán, y todo lo que desees y pienses, como por arte de magia lo atraerás.

No te sientas menos que otra mujer, ella puede ser más… sólo en algunas cosas, pero tú tendrás tus virtudes en otras.

Recuerda amar la vida, con sus días de sol, con sus días nublados, con sus tormentas eléctricas.

¡Mujer te estoy hablando a tí …!

Llena tu mochila de bellos recuerdos y deja los malos a un costado del camino y ahora, frente al espejo … sonríe …

Puedes elegir: Darte otra oportunidad de ser feliz o esperar con tristeza que tu vida se apague.

Puedes elegir: La alegría o la tristeza.

Puedes elegir: Cerrar los puños y pelear por tus ideales o perder todas las esperanzas.

Fíjate metas y lucha por ellas, no te sientas egoísta si dedicas parte de tu tiempo a algo que te gusta y que te hace feliz.

¡ Ténlo presente! ¡Como te sientas … te verán…!

¡En la medida que ames … te amarán …!

Y antes que todo … ¡ÁMATE A TÍ MISMA ! ¡ Tal como eres !

¿Sirena o Ballena?


Hace un tiempo, se vio por las calles de Sao Paulo un afiche de Runner -una de las cadenas de gimnasios más renombradas del Brasil- con la foto de una chica escultural y la siguiente frase: “¿Este verano qué quieres ser: sirena o ballena?”

Dicen que una mujer de Sao Paulo (cuyas características físicas nunca trascendieron) le envió este mail a la empresa Runner como respuesta:
  • Las ballenas están siempre rodeadas de amigos.
  • Tienen una vida sexual activa, se embarazan y tienen ballenitas de lo más tiernas. Las ballenas amamantan.
  • Son amigas de los delfines y se lo pasan comiendo camarones.
  • También se lo pasan jugando en el agua y nadando por ahí, surcando los mares, conociendo lugares maravillosos, como los hielos de la Antártida y los arrecifes de coral de la Polinesia. 
  • Las ballenas cantan muy bien y hasta tienen CD grabados.
  • Las ballenas son enormes y casi no tienen predadores naturales.
  • Las ballenas tienen una vida bien resuelta, son lindas y amadas por todos.
  • Las sirenas no existen. Si existieran, vivirían en permanente crisis existencial. “¿Soy un pez o soy un ser humano?."
  • No tienen hijos pues matan a los hombres que se encantan con su belleza. (Y yo agregaría que no tienen por donde hacer el amor. ¡Por Dios!).
  • Son bonitas sí, pero tristes y siempre solitarias. (¿Quién quiere acercarse a una mujer que huele a pescado frito y que no tiene hoyito como salvavidas?).
Runner, querida, prefiero ser ballena. ¡Si me quedaba alguna duda, ya quedó desterrada!
P.D.: En estos tiempos de mujeres anoréxicas y bulímicas, en que la prensa, las revistas, el cine y la tele nos meten a la fuerza en la cabeza que sólo las flacas son bellas, este mensaje trae nuevas esperanzas a las ballenitas y, ¿Por qué no?, a las sirenitas que no descansan un segundo pensando en su apariencia exterior.

Yo prefiero disfrutar un helado junto a la sonrisa cómplice de mis nietos, una copa de vino con un hombre que me haga vibrar y una pizza exquisita con amigos que me quieren por lo que soy, no por cómo luzco.

“La melancolía es la felicidad de estar triste”. Victor Hugo

A medida que envejecemos, ganamos peso. Esto ocurre porque acumulamos mucha informacion en nuestra cabeza. Mi cabeza, por no soportar tanta informacion, comenzó a llenar el resto del cuerpo. Ahora entiendo que no soy gorda, “soy culta”.

La vida NO debería ser un viaje hacia la tumba con la intención de llegar con buena salud y con un cuerpo atractivo y bien cuidado, sino más bien deslizarse en ella, con chocolate en una mano, vino en la otra, el cuerpo hecho polvo, totalmente desgastado y gritando…Joder, qué paseo!!

¿Zanahoria, Huevo o Café?

Una hija se quejaba a su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro. 

Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra. 

La hija esperó impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un bowl. Sacó los huevos y los colocó en otro bowl. Coló el café y lo puso en un tercer bowl. 

Mirando a su hija le dijo: “Querida, ¿qué ves?” “Zanahorias, huevos y café” fue su respuesta. La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma. 

Humildemente la hija preguntó: “¿Qué significa esto, Padre?” El le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente. La zanahoria llegó al agua fuerte, dura. Pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer. El huevo había llegado al agua frágil. Su cáscara fina protegía su interior líquido. Pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido. Los granos de café sin embargo eran únicos. Después de estar en agua hirviendo habían cambiado al agua. 

“¿Cual eres tú?”, le preguntó a su hija. “Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?” ¿Y cómo eres tú, amigo? ¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza? ¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable? ¿Poseías un espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación, un divorcio o un despido te has vuelto duro y rígido? Por fuera te ves igual, pero ¿eres amargado y áspero, con un espíritu y un corazón endurecido? ¿O eres como un grano de café? El café cambia al agua hirviente, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor. 

Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor, tú reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren. 

¿Cómo manejas la adversidad? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?

Cuando Me Amé de Verdad


Por Charles Chaplin
Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y, entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre…autoestima.
Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no son sino señales de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es… autenticidad.
Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama…madurez.
Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona, solo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada. Hoy sé que el nombre de eso es… respeto.
Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud. Hoy sé que se llama… amor hacia uno mismo.
Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé, que eso es… simplicidad.
Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré muchas menos veces. Así descubrí la… humildad.
Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. Y eso se llama… plenitud.

Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada. Y esto es… saber vivir!

No debemos tener miedo de cuestionarnos… Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas.

Recomendaciones Para Una Vida Saludable

  1. Practica algún ejercicio. Hacer ejercicio es igual de bueno que tomar un antidepresivo para mejorar el ánimo, 30 minutos de ejercicio es el mejor antídoto contra la tristeza y el estrés.
  2. Desayuna: algunas personas se saltan el desayuno porque no tienen tiempo o porque no quieren engordar. Desayunar te ayuda a tener energía, pensar y desempeñar exitosamente tus actividades.
  3. Agradece a Dios por todo lo bueno que tienes. Escribe en un papel 10 cosas que tienes en tu vida que te dan felicidad. Cuando hacemos una lista de gratitud nos obligamos a enfocarnos en cosas buenas.
  4. Sé asertivo: pide lo que quieras y di lo que piensas. Ser asertivo ayuda a mejorar tu autoestima. Ser dejado y aguantar en silencio todo lo que te digan y hagan, genera tristeza y desesperanza.
  5. Gasta tu dinero en EXPERIENCIAS no en cosas. La mayoría de las personas se sienten más felices cuando invierten su dinero en viajes, cursos y clases.
  6. Enfrenta tus retos: No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Cuanto más postergas algo que sabes que tienes que hacer, más ansiedad y tensión generas. Escribe pequeñas listas semanales de tareas a cumplir y cúmplelas.
  7. Pega recuerdos bonitos, frases y fotos de tus seres queridos por todos lados. Llena tu refrigerador, tu computadora, tu escritorio, tu cuarto: TU VIDA de recuerdos bonitos.
  8. Siempre saluda y sé amable con otras personas. Sonreír cambia el estado de ánimo.
  9. Usa zapatos que te queden cómodos: Si te duelen los pies te pones de mal humor, asegura el Dr. Keinth Wapner, Presidente de la Asociación Americana de Ortopedia.
  10. Cuida tu postura: Caminar derecho con los hombros ligeramente hacia atrás y la vista hacia el frente ayuda a mantener un buen estado de ánimo.
  11. Escucha música, eso te despierta deseos de cantar y bailar, esto te va a alegrar la vida.
  12. Lo que te comes tiene un impacto importante en tu estado de ánimo. Comer algo ligero cada 3-4 horas mantiene los niveles de glucosa estables, no te brinques comidas. Evita el exceso de harinas blancas y el azúcar. Come variado.
  13. Siéntete atractivo: la mayor parte de la gente dice que se siente más feliz cuando piensa que se ven bien.