13 diciembre, 2010

TRASTORNO FACTICIO O SINDROME DE MÜNCHHAUSEN

Un trastorno facticio es una afección caracterizada por la producción intencionada de síntomas físicos o psicológicos con la finalidad de satisfacer la necesidad psicológica de asumir el papel de enfermo.

El síndrome de Münchhausen es el trastorno facticio más conocido. Su nombre le fue asignado por Asher en 1951, inspirado en la figura del Barón Karl Friedrich Hieronymus Von Münchhausen  (1720-1797), un soldado germano, aventurero, notorio por los relatos absurdamente exagerados y fantasiosos de sus hazañas.

SINTOMATOLOGÍA

En este trastorno el paciente puede manifestar una amplia gama de síntomas correspondientes a una o varias enfermedades; puede inventar que padece un dolor, manipular un equipo o instrumento médico para falsear información, autoinflingirse elementos que desencadenen una enfermedad como bacterias, exagerar o exacerbar trastornos preexistentes al no tomar la medicación o exceder la dosis intencionalmente.

Es común que estos pacientes narren de forma exagerada y muy dramática su historia, evadiendo las preguntas que buscan el relato de detalles específicos de la secuencia de eventos que le llevaron al paciente a su estado reciente.

Son extremadamente mentirosos y fantasiosos (pseudología fantasiosa). Poseen amplios conocimientos médicos acerca de todo lo relacionado con su enfermedad y con otras enfermedades. Suelen quejarse de dolor y otras molestias que van añadiendo al historial a medida que los clínicos van descartando elementos que el paciente pretende demostrar.

No es extraño que estos pacientes hayan sido sometidos a múltiples procedimientos exploratorios y quirúrgicos y que gasten grandes cantidades de dinero en tratamientos farmacológicos. Al ser descubiertos suelen trasladarse a otro centro asistencial u otra localidad donde su extraña conducta pase desapercibida y sean considerados como los pacientes que fingen ser.

Es posible que se incurra en el uso de sustancias psicoactivas para simular una enfermedad mental como estimulantes, alucinógenos, analgésicos y sedantes solos o en combinación. Ocurre lo mismo con los medicamentos, que pueden autoadministrarse a sabiendas de que son lesivos para el propio individuo porque el mismo sea alérgico o porque exista otro tipo de contraindicación. Pueden utilizarse en forma inadecuada medicamento prescritos a los pacientes, sea en una dosis subóptima o en una sobredosis, empeorando o complicando el cuadro inicial que ameritó su prescripción.

Se observa, además, deterioro significativo en las diversas áreas de la vida del paciente. Suelen ser inestables e inconstantes en su trabajo y estudios, carecer de amigos, familiares o lazos afectivos duraderos.

La mayor parte de los afectados son mujeres, presentando sus primeras manifestaciones en los primeros años de la adultez, coincidiendo con la presencia de algún trastorno físico o mental verdadero. Pueden tener rasgos de personalidad histriónicos, a la vez que son inteligentes y con recursos.

SUBTIPOS

Existen diferentes modalidades de acuerdo a la sintomatología predominante:

1.      Trastorno facticio con predominio de signos y síntomas psicológicos: los sujetos suelen manifestar una serie de síntomas sugerentes de enfermedad mental que no encajan en un patrón característico de un trastorno en particular. Estos incluyen depresión, ideas suicidas, alucinaciones, ideas delirantes, síntomas disociativos, trastornos de la memoria entre otros.

2.      Trastorno facticio con predominio de signos y síntomas físicos: en este caso existen evidencias de enfermedad médica como infecciones simuladas o provocadas por el paciente a sí mismo, heridas que no cicatrizan, hipo o hiperglicemia, anemia, hemorragias, dolor, convulsiones, mareos, diarrea, fiebre, erupciones y vómitos, que simulan patologías de cualquier órganos o sistema, de acuerdo a la intención y conocimientos médicos del paciente.

3.      Trastorno facticio con combinación de signos y síntomas psicológicos y físicos: aquí se producen conjuntamente síntomas físicos y psicológicos que no encajan en un cuadro sindrómico en particular.


ETIOLOGÍA

Existen elementos predisponentes que constituyen factores de riesgo para la futura aparición de esta enfermedad. Dentro de ellos se encuentran la presencia de trastornos físicos que ameriten hospitalizaciones recurrentes o tratamientos prolongados, disfunción familiar, abuso físico o emocional en la infancia, trastorno límite de la personalidad y rechazo o relación estrecha con la profesión médica.

Estos pacientes parecen tener problemas de identidad, sentimientos intensos, dificultad para controlar sus impulsos, inestabilidad en sus relaciones interpersonales y rasgos psicóticos. Tienen dificultad para confiar en figuras de autoridad y necesidad de atención. Son autopunitivos, llenos de culpa y necesidad de castigo.

DIAGNÓSTICO

Tanto el DSM-IV TR como el CIE-10 proponen los siguientes criterios para el diagnóstico del trastorno facticio:

A.    Fingimiento o producción intencionada de signos y síntomas físicos y psicológicos
B.     El sujeto busca asumir el papel de enfermo
C.     Ausencia de incentivo externos para el comportamiento (como ganancia económica, evasión de responsabilidad legar o mejoría del bienestar físico)

Especificar el subtipo:
Con predominio de signos y síntomas físicos
Con predominio de signos y síntomas psicológicos
Con signos y síntomas psicológicos combinados

Algunos elementos pueden constituirse indicadores de la presencia del trastorno facticio como son:
§         Cuadro clínico dramático o atípico incompatible con una enfermedad física o mental identificable
§         Síntomas y comportamientos que aparecen cuando el sujeto es observado
§         Pseudología fantástica (mentiras y fantasías exageradas)
§         Falta de cumplimiento a las reglas y normas hospitalarias
§         Discusiones y confrontamientos con médicos y enfermeras
§         Conocimiento excesivo de la terminología médica y rutinas hospitalarias
§         Consumo encubierto de fármacos
§         Múltiples intervenciones terapéuticas
§         Historia intensa de viajes
§         Poco o ningún visitante durante la hospitalización
§         Cursos clínico fluctuante con producción rápida de complicaciones o de una nueva enfermedad inexistente en el experticio inicial.

Es importante distinguir el trastorno facticio de las enfermedades médicas o mentales que se tratan de simular, de la simulación con la finalidad de obtener un lucro o beneficio claramente demostrable como una remuneración económica o evitación de una situación en particular y  de los trastornos somatomorfos como son el trastorno de somatización, somatomorfo indiferenciado, por dolor, de conversión, entre otros.

TRATAMIENTO

La naturaleza misma del paciente hace difícil el tratamiento pues una vez descubierto suele ir a otro centro asistencial a representar el mismo papel, haciendo difícil el seguimiento. Tiende a molestarse cuando se le confronta y a negar rotundamente su participación en el engaño. Rechaza o elude todo tipo de tratamiento.