La vitamina C o ácido ascórbico es una vitamina hidrosoluble fundamental para el correcto crecimiento, desarrollo y funcionamiento de nuestro organismo, donde posee múltiples funciones:
- Interviene en la síntesis de carnitina y colágeno, proteínas utilizada como materia prima para la producción de los tejidos corporales, en especial la piel, los tendones, los ligamentos y los vasos sanguíneos.
- Favorece y acelera la cicatrización
- Contribuye al adecuado funcionamiento del sistema nervioso al jugar un rol importante en la síntesis de neurotransmisores, sustancias necesarias para comunicación entre las neuronas o células nerviosas.
- Interviene en la reparación y mantenimiento de cartílagos, huesos y dientes.
- Actúa como antioxidante bloqueando el daño celular causado por los radicales libres (sustancias de desecho del metabolismo celular, la contaminación y la radiación ultravioleta)
- Retrasa el proceso de envejecimiento celular y disminuye el riesgo de padecer cáncer, artritis y cardiopatías.
- Refuerza el sistema inmunológico, haciéndole más efectivo para contrarrestar enfermedades, al fortalecer las células de defensa y mantener la concentración de inmunoglobulinas en sangre.
- Favorece la absorción del hierro presente en los alimentos de origen vegetal
Por ser una vitamina hidrosoluble, cuando se encuentra en exceso no se almacena sino que es eliminada por la orina. Por esta razón, es preciso consumir diariamente frutas y verduras para suplir los requerimientos diarios del organismo.
Otra fuente alternativa de vitamina C son los suplementos nutricionales, ya sea sola o en combinación con otras vitaminas. En estos casos se recomienda no consumir una dosis mayor a 2,000 mg/día, pues su exceso pueden producir malestar estomacal y diarrea.
Se debe tener en cuenta que la cocción de los alimentos, su almacenamiento por tiempo prolongado y su exposición a la luz disminuyen considerablemente la cantidad de vitamina C disponible en los alimentos. Su biodisponibilidad en el organismo disminuye por el uso de aspirina, pastillas anticonceptivas y antibióticos; infecciones, heridas graves, cirugías, diabetes mellitus, consumo de alcohol, tabaquismo, trastornos intestinales y estrés excesivo.
Otra fuente alternativa de vitamina C son los suplementos nutricionales, ya sea sola o en combinación con otras vitaminas. En estos casos se recomienda no consumir una dosis mayor a 2,000 mg/día, pues su exceso pueden producir malestar estomacal y diarrea.
Se debe tener en cuenta que la cocción de los alimentos, su almacenamiento por tiempo prolongado y su exposición a la luz disminuyen considerablemente la cantidad de vitamina C disponible en los alimentos. Su biodisponibilidad en el organismo disminuye por el uso de aspirina, pastillas anticonceptivas y antibióticos; infecciones, heridas graves, cirugías, diabetes mellitus, consumo de alcohol, tabaquismo, trastornos intestinales y estrés excesivo.
Su deficiencia produce escorbuto, trastorno caracterizado por anemia, sangrado, disminución de la respuesta inmunológica y la capacidad decicatrización de heridas, resequedad, entre otros síntomas, cuya severidad dependerá del déficit.
La cantidad de cada vitamina que se necesita depende de la edad y el sexo. Otros factores, como el embarazo, la lactancia y las enfermedades, son igualmente importantes. Los fumadores activos o pasivos a cualquier edad deben incrementar su cantidad diaria de vitamina C.
Para mantener una salud óptima consume diariamente frutas y verduras, así como suplementos nutricionales de origen natural.
Para mantener una salud óptima consume diariamente frutas y verduras, así como suplementos nutricionales de origen natural.
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