21 marzo, 2014

Síndrome de Down

El síndrome de Down o Trisomía 21 es un trastorno genético causado por la presencia de un cromosoma 21 extra. Debe su nombre al médico británico John Langdon Haydon Down, quien en 1866 fue el primero en describir las características clínicas que tenía en común un grupo concreto de personas, pero no pudo determinar su causa. En julio de 1958, un joven investigador llamado Jérôme Lejeune descubrió que en todos los casos existía un cromosoma 21 adicional, contando los pacientes con 47 cromosomas en lugar de los 46 habituales.

Su incidencia global se aproxima a uno de cada 700 nacimientos (15/10.000), aumentando el riesgo a medida que lo hace la edad materna. La incidencia en madres de 15-29 años es de 1 por cada 1,500 nacidos vivos; en madres de 30-34 años es de 1 por cada 800; en madres de 35-39 años es de 1 por cada 385; en madres de 40-44 años es de 1 por cada 106; en madres de 45 años es de 1 por cada 30.


Se caracteriza por un grado variable de discapacidad cognitiva, hipotonía muscular generalizada que dificulta el aprendizaje motriz, retardo en el crecimiento y rasgos físicos característicos que incluyen: perfil facial y occipital planos, hendiduras palpebrales oblicuas, raíz nasal deprimida, pliegues epicánticos (pliegue de piel en el canto interno de los ojos), cuello corto y ancho con exceso de pliegue nucal, dientes pequeños, crecimiento recurvado hacia el dedo anular, pliegue palmar único y separación entre el primer y segundo dedo del pie.

En algunos casos, los rasgos físicos y la disfunción cognitiva no son tan marcados, pero en otros existen complicaciones adicionales que implican alteraciones oculares, intestinales, auditivas, tiroideas y esqueléticas. Una gran proporción de los pacientes presenta problemas cardíacos. Tienen más riesgo de desarrollar leucemia y diabetes que la población general.  Su esperanza de vida depende de las complicaciones asociadas, siendo en promedio de unos 50 a 60 años en los más saludables.


Aunque es una condición incurable, como la mayoría de las enfermedades genéticas, los pacientes con síndrome de Down pueden  beneficiarse de terapia física, educacional, ocupacional y del lenguaje para adquirir habilidades que les permitan cierto grado de independencia y desarrollo personal.  El 21 de marzo se celebra el Día Mundial del Síndrome de Down como una manera de romper las barreras que impone la discriminación y aumentar la sensibilidad hacia estas personas.